Cuando piensas en el día de tu boda, ¿cómo te imaginas que será? Una celebración mágica e inolvidable pero, sobre todo, original y divertida, ¿verdad? Entonces, te irá bien conocer estas diez ideas para animar tu boda.
No hay sonido que pueda competir con la música en directo. Un buen artista es capaz de envolver tu boda de una atmósfera inmejorable. Además, puede amoldarse a cualquiera de tus gustos. Si quieres crear un ambiente acogedor, opta por un grupo de versiones en acústico, que reinventen éxitos de todos los tiempos. Si prefieres un aire romántico, busca un crooner que exhiba su voz con los grandes clásicos. I si quieres animar la fiesta, opta por un grupo de rock con el que no puedas parar de bailar.
Esta opción es buena para cualquier momento de tu boda. Puedes sorprender a los invitados con una canción durante la ceremonia, amenizar el cóctel o entretener entre plato y plato del banquete.
Hay muchas posibilidades de dinamizar el cóctel previo al banquete. Una de ellas es contratar un caricaturista que saque la faceta más divertida de cada invitado. Con esta propuesta, matarás dos pájaros de un tiro: harás que la gente se lo pase en grande y que pueda llevarse el boceto a casa, un recuerdo muy original de tu boda.
Jugar no es solo cosa de niños y un buen juego puede ser perfecto para entretenerse durante la boda. Algunos ejemplos son catas de vino a ciegas durante el cóctel, tarjetitas para pedir canciones al DJ o concursos de baile por mesas. Unas ideas clave para la boda más divertida.
Los niños también son protagonistas en las bodas y deben pasárselo bien, mientras sus padres se divierten hablando con el resto de invitados. Para ello puedes contratar animadores infantiles que entretengan a los más pequeños y les hagan vivir una experiencia inolvidable. Si quieres propiciar un baño de carcajadas, contrata un payaso que divierta a los niños con sus peripecias. Si prefieres que disfruten con juegos y talleres, para sacar lo mejor de ellos, ficha un monitor infantil. Seguro que no te arrepientes.
El festín gastronómico del banquete puede combinarse con algún espectáculo entre plato y plato, o con una pausa antes de servir los postres. Deja a tus invitados boquiabiertos con la actuación de algún mago o sorpréndelos con el talento de trapecistas o equilibristas que transformen el comedor en un circo improvisado. Un buen recurso para una boda original.
Se acaba el banquete y llega el gran momento del baile. Las luces se apagan y un foco apunta a los novios, que empiezan a bailar pegados al son de una balada. Y, de repente, ¡zas! La música cambia y empiezan a moverse al ritmo frenético de la música disco de los 80.
Sorprender es siempre bueno. Por eso la opción de ensayar una coreografía original y divertida es siempre un acierto. Sin avisar a nadie. Para ello, podéis contratar un profesor de baile o hacerlo vosotros mismos dedicando unas horitas semanales antes de la fecha. Aunque no tienen por qué ser los novios, los encargados de sorprender en el baile. Si eres el padrino o quieres sorprender a la pareja con tu grupo de amigos, también podéis ingeniaros un baile colectivo y llevarlo a cabo durante el banquete a modo de regalo.
Los novios abren el baile y los invitados pueden contribuir a dando un toque más romántico a ese momento inolvidable. Con las luces apagadas, puedes invitar a los presenten a encender velas o bengalas durante el baile, para iluminar la sala con la luz más romántica entre las presentes. El vídeo de tu boda quedará divino.
Acabado el banquete, ¡es el momento de bailar! Y que los invitados participen y se lo pasen en grande. Te recomendamos dos opciones de entretenimiento: un disc jockey que pinche los éxitos más bailables de su repertorio o que montes un karaoke para descubrir las mejores voces entre los presentes.
En la primera opción, es recomendable contar con un repertorio para todos los públicos, variado en estilos y cantantes. Normalmente, los asistentes a las bodas son de edades y de tiempos muy distintos y todos deben salir contentos. En la segunda opción, procura que la gente sea propensa a cantar y no se aburra.
Viajar en el espacio y el tiempo sin moverse del lugar es posible haciendo una fiesta temática. Si quieres romper con lo establecido en las bodas, puedes montar la celebración a tu manera, simulando una película de Bollywood, viajando al pasado para situarse en los felices años 20 o disfrazando a tus invitados de personajes de ficción. Otra opción es concentrar la fiesta temática en el momento del baile. Ideal para evitar caer en los tópicos.
Si eres de los que solo ver una cámara de fotos ya pones morritos, el photocall no puede faltar en tu boda. Resulta una buena estrategia para romper el hielo entre los invitados y un paraíso para los instagramers empedernidos sedientos de likes. Bigotes, labios que besuquean, sombreros o gafas de papel para crear tu alter ego más divertido. Una apuesta segura en tu boda.