¿Sabes cuáles son las 10 cosas imprescindibles que no pueden faltar en el día de tu boda?
Puede que estés preparando tu boda y estés obsesionada en tenerlo todo bajo control para que el día más importante de tu vida todo salga como vosotros habéis previsto: Con el vestido de boda ideal, tu fotógrafo, el restaurante de boda, el banquete personalizado, tu ramo con las flores que más se ciñen a tu vestimenta (como te explicamos en el artículo anterior), etc.
Tenerlo todo bien organizado y preparado como tu vestido, el restaurante, el fotógrafo que va a inmortalizar el momento entre muchos otros detalles que hacen de tu boda un día para recordar. Es por esa misma razón que debes saber 5 tradiciones que se llevan celebrando siglos en las bodas y no deberías olvidar por ninguna razón. Además de mostraros los 5 elementos clave que debe contener toda ceremonia nupcial, os explicaremos su motivo y significado para que cuando os caséis (o si os habéis casado ya), sepáis su simbologia y por qué lo hacéis.
¿Quieres saberlo ya? Pues ahí van las 10 tradiciones de boda!
1. El color del vestido de boda de la novia
En la actualidad es incuestionable que una novia en el día de su boda vista un vestido de boda de color blanco, ¿Verdad? Pero conocer su significado da solidez a su tradición.
Y es que es curioso saber que en la edad medieval los vestidos de novia eran de color rojo con detalles en dorado. La finalidad de dichos colores pasión eran la de representar la realeza y el poder.
En el siglo XIX, los vestidos de novia cambiaron de color apostando por tonos oscuros, pues su motivo principal era el de la posibilidad de reutilización de generación a generación debido a la falta de dinero.
No fue hasta 1840 que Reina Victoria de Inglaterra lució por primera vez un vestido de cuento de hadas de color blanco, llevando consigo misma un color que transmite pureza, inocencia y virginidad para la novia. Tanto impactó dicho vestido, que ha quedado para la tradición de cualquier ceremonia nupcial para el resto de la eternidad.
2. El vestido de boda de la novia 2.0
Vale, ahora ya nos ha quedado claro de donde proviene el noble color blanco, y el significado que tiene para la mujer en el día de su boda, pero... ¿cuándo se puede enseñar?
Según dice la tradición, el vestido de novia sólo lo pueden ver sus familiares tales como su padre, su madre y las amigas o madrinas, pues, al fin y al cabo, son las personas que están con ella los momentos de preparación y previos de subir al altar para dar el "Sí, Quiero". Esto significa, pues, que el novio no podrá gozar del placer de ver a la novia ni su vestido hasta el mismo momento en el que ella entre a la iglesia para recorrer el largo pasillo que los conducirá al momento que marcará un antes y un después en sus vidas.
3. ¿Por qué el velo?
El velo es una tradición centenaria muy característica de las novias en el día de su boda. Llevarlo simboliza y transmite valores como la modestia y la privacidad, aunque en otras culturas el motivo principal de su uso era para ahuyentar los malos espíritus y proteger a la novia de la envidia.
Aunque no en todas las culturas ocurría lo mismo, y es que en culturas como la asiática, el velo se usaba para ocultar el rostro de la novia para que el novio no la viera hasta que ella llegara al altar en el día de la boda. Dicho de otra forma: para que el novio no se arrepintiera de con quien se casaba antes de la ceremonia (pues recordemos que no conocían a la novia hasta el momento de la verdad...).
4. El Ramo de boda
Otra de las costumbres que no puede fallar en la ceremonia nupcial es el lanzamiento del ramo de flores:
El Ramo repleto de hermosas flores, siempre ha sido una carta de presentación de la novia, simbolizando en ella una muestra de bondad, prosperidad y grandes sorpresas. Pero, ¿De dónde proviene la tradición de que la novia lleve un ramo de flores con ella?
Nos remontamos en la Edad Medieval, donde la mayoría de las bodas se concertaban en los meses de Junio y Julio, pues las razones eran más que obvias y evidentes: en Mayo era cuando la gente se daba los primeros baños y así pues, el olor corporal cuando se encontraban todos juntos en alguna ceremonia, reunión... era aún soportable. Por ese mismo motivo (y es que la higiene no era su fuerte), las novias llevaban un ramo de flores aromáticas consigo en los carruajes que las llevaban hasta la boda para así disfrazar el mal olor.
Y después, ¿qué hacemos con el ramo?
Pues la tradición nos dice que nos remontemos a las bodas del siglo XIV y viajemos a Francia donde nace la tradición antecesora del lanzamiento de ramo, el lanzamiento de la liga. La liga es una tira (normalmente blanca) muy propia de la novia, que luce a escondidas alrededor de la pierna (debajo del vestido de novia). Pues la tradición dice que al salir de la iglesia la novia era perseguida por los invitados, los cuales se disputaban quedarse con esta pieza de ropa con señal de orgullo y suerte.
Con el paso de los años, y debido al furor de los invitados por conseguir dicha prenda, fue la novia quien decidió tirar la liga para que estos la cogieran. Y progresivamente, evolucionó la tradición de tirar la liga a tirar el típico ramo de flores, que perdura hasta la actualidad. El significado ha variado ligeramente y los invitados objetivo también: Actualmente se lanza el ramo de flores en vez de la liga y se dice que la chica que lo coja tendrá suerte y será la próxima novia en casarse.
5. Lanzamiento de arroz
Esta tradición, muy odiada por los novios pero muy gratificante para los invitados, tiene lugar en la salida de la iglesia una vez los novios ya están casados y comprometidos. Una vez cruzan el umbral de la puerta de la parroquia para salir, los invitados deben lanzar arroz a los novios (evitando lanzamientos bruscos y fuertes para que nadie se haga daño) significando un deseo de prosperidad para los recién casados y la abundancia de hijos.
En una boda existen infinidad de tradiciones así como curiosidades entre las diferentes culturas. Pero una cosa está más que clara, ¡que lo mejor de una boda os espera cuando la única tarea es la de disfrutar y bailar como si no hubiera mañana!
Así que... ¡a disfrutar!